




La colestiramina era el medicamento principal en la reducción de los niveles de colesterol en sangre y previo al uso de las estatinas. Este compuesto se une a las sales biliares (que contienen colesterol) en el tracto digestivo y esto evita que se reabsorban. Su uso más actual está relacionado con el tratamiento de enfermedades relacionadas con el moho. Las toxinas del moho (micotoxinas) se unen a las sales biliares y recorren el tracto digestivo, únicamente para reabsorberse y recircular. Pues bien, la colestiramina, al unirse a las sales biliares, ayuda a reducir la carga corporal de micotoxinas. De esta manera, se reduce la sintomatología en aquellas personas que están expuestas al moho. Utilice la colestiramina en tanto que tenga cualquier mínima sospecha de haber estado expuesto a moho, o cuando presente síntomas como confusión mental, fatiga, dolor corporal, sensibilidad extrema a los alimentos o sustancias químicas o fluctuaciones erráticas del estado de ánimo que parezcan no responder a otros tratamientos.